Hay muchas formas de definir la salud, comúnmente se interpreta como la ausencia de enfermedad, pero referirnos a esta ya es mas complejo, ya que no solo estaríamos hablando de infecciones, degeneraciones, o de genética etc, sino también de estado de ánimo, e incluso de estado económico, social (status) o doméstico, basten dos ejemplos extraídos de medios de comunicación.
* La crisis económica actual está generando efectos negativos en la salud además de en el bolsillo. Los médicos atienden a más pacientes con problemas de salud tras haber perdido el empleo, esta pérdida del empleo y no disponer del dinero suficiente para cubrir las necesidades familiares puede llegar a generar cuadros de pánico y están detrás de muchos casos de estrés, ansiedad, depresión, alteraciones gástricas, dolor de cabeza, falta de sueño, tristeza e irritabilidad, es decir malestar físico en general.
* La contaminación doméstica producida por diversas circunstancias, como la falta de renovación del aire, la polución interior o la contaminación química pueden derivar en un mal bastante común en estos tiempos. La Organización Mundial de la Salud califica a esta problemática, habitual en hogares, oficinas y muchas otras construcciones, como el Síndrome del Edificio Enfermo.
Según la OMS, las causas más comunes pero no las únicas que originan este problema son:
• Polución interior del aire: Perfumes artificiales, ambientadores, cosmética, polvo, etc.
• Iluminación escasa o excesiva
• Planteamiento erróneo de los sistemas de calefacción y aire acondicionado
• Mala acústica: tanto interior como falta de adecuado aislamiento sonoro del exterior
• Ergonomía inadecuada
• Diseño mediocre del equipamiento doméstico
• Contaminación química y/o biológica: Pinturas, barnices, ácaros, hongos, bacterias, etc.
• Humedades en paredes y techos
Para tratar de evitar todos estos problemas, lo adecuado es revisar el funcionamiento de todo lo anteriormente expuesto. Pero, principálmente, mantener los ambientes ventilados, ya que la renovación del aire es fundamental. Es también importante que mantener la casa en un nivel de humedad no agobiante y que, además, la temperatura ambiente esté dentro de unos 22 y 24 grados. Según los estudios al respecto, por encima de 23 Cº es mas difícil conciliar el sueño y descansar adecuádamente.
Entre las consecuencias más graves que puede generar este problema del Síndrome del edificio enfermo, se encuentran algunas como alergias (la más común), náuseas, mareos, resfriados, irritaciones en ojos o insomnio. Y en cuanto al propio edificio uno de los efectos mas habituales de la falta de ventilación es el de los puentes de vapor, humedad por condensación en las zonas mas frías de la casa o de las habitaciones con crecimiento de mohos (manchas oscuras), que habituálmente se achacaba a filtraciones de agua desde el exterior.
Como vemos no solo se precisa una mens sana in corpore sano.